Son cuatro vueltas a la pista en el caso de los hombres o dos en las mujeres (500 m), en la que los ciclistas luchan por tener el mejor tiempo de forma individual arrancando desde cero, sin aceleración previa, distinta a la de velocidad en 200 metros que permite el impulso previo.

El arranque se produce luego de la señal de partida, con una máquina que controla la bicicleta y no le permite arrancar sino después de la señal, por lo que la facultad para hacer el mejor tiempo debe ser de explosión en el ciclista, quien comienza sin velocidad ni aceleración.
En todos los casos, el kilómetro contrarreloj se corre en eliminación directa, sin clasificatorios ni repechajes, a por el título. La corren los ciclistas individualmente y solos ante la pista, para permitir su máxima expresión como velocistas.